miércoles, 25 de septiembre de 2013

Educar las emociones

Han pasado casi treinta años desde que Daniel Goleman publicara Emotional Intelligence en 1985 y abriera la puerta a la importancia del conocimiento de las emociones. Hoy día, eminentes neurólogos, como Antonio Damasio, confirman que las emociones están detrás de las decisiones más importantes de nuestra vida: elegir pareja, amigos o trabajo, por citar algunas. Por tanto, sabemos del papel tan importante de las emociones y en la Escuela no podemos dejar de lado el conocimiento y manejo de las emociones de educadores y educandos. Si hay un lugar donde vivir emociones a raudales cada día, ése es el aula. En el artículo de hoy os presentaré algunos materiales para trabajar las emociones en el aula.
LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES
"Es un alumno excelente, pero tiene un pronto..." es la típica frase que escuchamos en las aulas muy a menudo. Muchos de nuestros alumnos, incluso nosotros mismos como profesores o padres, podemos ser excelentes personas que en momentos determinados "perdemos el control" y tenemos reacciones desproporcionadas. Un grito, una expresión soez, una mirada o una sonrisa... las expresiones emocionales son constantes en nuestra vida y son decisivas para desenvolvernos como personas. Por otra parte, sabemos de la importancia de la educación en los primeros años de nuestra vida, también para aprender a reconocer y expresar emociones y del aprendizaje emocional que puede llegar a condicionarnos para siempre. Afortunadamente, podemos aprender a canalizar y expresar nuestras emociones a lo largo de toda nuestra vida. Es aquí donde la Escuela (y la familia) tiene su espacio.
Existe un consenso internacional acerca de unas emociones, las emociones básicas, que son compartidas por todas las personas de las diferentes culturas del planeta. Estas emociones universales se expresan, principalmente, con expresiones faciales ya que la cara es el principal espejo de las emociones. Las emociones son universales y cumplen una función social imprescindible. Conocerlas nos hará ser mejores personas, ser más felices y más auténticos, expresando aquello que queremos en las situaciones en las que éstas aparecen. Desgraciadamente, vivimos en una cultura con grandes prejuicios hacia la expresión emocional. Frases como "los niños no lloran" son un ejemplo de ello. Cuando uno está triste, ¿no es lógico que llore? 
Como decía, las emociones básicas, ampliamente reconocidas, son las siguientes:
  • Sorpresa
  • Asco
  • Tristeza
  • Ira
  • Miedo
  • Alegría/felicidad
Aunque leídas aquí parece fácil, no tenemos la facilidad para expresar o reconocer las emociones simplemente por nuestra expresión facial. Es por ello que Paul Ekman, un psicólogo experto en la expresión facial de las emociones, ha desarrollado un software para entrenar las emociones. Podéis verlo en su página web. Yo lo he usado en clase, con mis alumnos de Bachillerato y nos ha costado bastante acertar, lo que pone de manifiesto nuestras carencias al respecto. Te animo a hacer la prueba. Pero la ciencia está yendo más allá. Existen robots que pueden leer emociones de humanos, así como expresar emociones. En Europa hay un proyecto muy bonito al respecto aunque Kismet es uno de los veteranos. 
Lo curioso es que los niños no tienen dificultades en expresarse emocionalmente, exceptuando aquellos que tienen algún tipo de trastorno del espectro autista, por ejemplo. Observad la cara de este niño en el vídeo, Ten Minutes Older, de Hertz Frank de 1978 y entenderéis mejor de lo que hablo.
 
LA ESCUELA ES CORAZÓN Y EL AULA PURA EMOCIÓN
En un excelente artículo de Miguel Ángel Santos-Guerra, éste decía que la Escuela es corazón, no sólo cabeza, aludiendo a las influencias que los buenos maestros habían tenido en sus alumnos de la Facultad de Educación por sus características emocionales. El cariño, la cercanía, la escucha o la comprensión aparecen como imprescindibles para que podamos aprender contenidos más abstractos. El perfil emocional del maestro es determinante en el enganche con la propia asignatura.
El día a día del aula está lleno de emociones. Afecto, odio, resentimiento, amor, alegría, compasión... la interacción con los demás hace que sea el lugar ideal para educar las emociones y aprender a ser personas. Afortunadamente, como dice Goleman en esta charla TED, la compasión te puede enseñar
RECURSOS
El libro de Punset, Viaje a las emociones, así como los de Daniel Goleman, Inteligencia Emocional y La Práctica de la Inteligencia Emocional son recomendables para los educadores. Libros de lectura profunda, nada de manuales livianos.
Para el uso de un programa sistemático sobre educar emociones, recomiendo Cómo educar las emociones. La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia de FAROS San Joan de Déu, un material excelente que podéis complementar con este vídeo del programa de REDES de E. Punset

Taller Emotionware de Isabel Ruiz, impartido en los Encuentros Aulablog11 de Madrid Aulablog12 de Peñaranda de Bracamonte.
Finalmente, quiero recomendar el magnífico blog de Jesús Hernández, Crea y Aprende con Laura, que cuenta con abundantes recursos sobre inteligencia emocional y educación de las emociones.
Imagen: Rakesh JV bajo Licencia CC

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