miércoles, 15 de enero de 2014

¿Te interesa la Educación?… piensa en esto

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La profesión de maestro, enseñante, profesor o educador debiera ser incompatible con la mediocridad intelectual. Así que cuestiónate que no es bueno que te comportes como una oveja incapaz de salir del redil. Lo que algunos libros, leyes y normas dicen que hay que hacer, no es necesariamente lo mejor. Debes ser lo suficientemente amplio de miras y creativo como para cuestionarte si lo que está recibiendo ese niño o niña, es realmente lo que necesita. Es necesario aplicar lainteligencia emocional y la reflexión a cada uno de nuestros actos.
¿A veces te quejas de que en tu grupo hay muchos niños diferentes? Pues es mejor que pienses que eso es un lujo. En la diferencia está el potencial. Muchos de nuestros niños no son peores que el resto, sino que tienen una forma diferente de aprender. Además,… ¿qué es eso de ser peor o mejor?, ¿qué criterios estamos barajando?, ¿es mejor el que sabe muchos contenidos aunque no sepa desenvolverse bien en el grupo?, ¿es mejor el niño triste que no nos da guerra porque está callado y ausente en su asiento?…
Ninguno es mejor ni peor, solo diferentes, y eso que en educación se oye constantemente: “este niño es muy bueno en lenguaje”, “este es malo en conocimiento”,… teniendo las palabras BUENO Y MALO, tantas connotaciones cerradas y marginales, que debiéramos erradicarlas de nuestro lenguaje cotidiano en el medio escolar y familiar. Un disléxico, un niño con dificultades en la atención, otro que presenta torpeza motórica,… no debieran ser etiquetados y marcados, sino más bien buscar el equilibrio en la respuesta, tantas veces exagerada, de sacarlos a clases de apoyo.
Pero hay un problema de base de índole cultural y social, y es que nuestro país margina las diferencias. Estos niños no deben ser la rareza, sino  esas personas que tienen sus grandes talentos pero que los muestran de una forma diferente. Todos tenemos eso que nos gusta y que hacemos bien, y donde nos desenvolvemos con fluidez. Es lo que el gran Ken Robinson llama EL ELEMENTO.
Ese niño que decimos que es un desastre con sus cosas, y que sin embargo dibuja a las mil maravillas o le encanta la música y se queda extasiado con ella, quizá  sea un genio en potencia, como lo fueron Rodin, Van Gogh, Einstein, B.Franklin… Hay muchísimos “imprescindibles socialmente” que, en la escuela, eran diferentes. Y pudieron manifestarse cuando acabaron la etapa escolar, porqueel sistema no les supo entender.
Todos los planes, leyes y sistemas educativos en este país han prestado atención a las diferencias únicamente desde la marginación, desde el apoyo externo,buscando la uniformidad del aprendizaje de todos los niños. Así que ya va siendo hora de que empecemos a dejar la mediocridad educativa de lado y actuemos en el aula y en nuestras casas de otra forma y con otras perspectivas y valoraciones, a través de proyectos, a través de planteamientos en los que quepan todos y usando metodologías en las que cada chico y alumna puedan expresar su potencial y moverse en su ELEMENTO.
Por Asun Marrodán

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