jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Se puede ser feliz en el trabajo?
Los antiguos griegos empleaban la palabra "ponos" para referirse tanto al trabajo como a la pena. Trabajo y felicidad son dos conceptos que parecen haber transitado por carriles antagónicos a lo largo del pensamiento occidental. Así, ¿podemos ser felices en el trabajo?


Por Juan Carlos Rosman

Los griegos la llamaban "eudaimonia", término que empleaban para expresar bienestar. Era más una emoción que un hecho, la sensación de "ser observado por un ángel guardián". En aquella cultura, se pensaba que la gran meta de la vida era ser feliz.

En la línea del temprano hedonismo griego, Abraham Maslow sugiere que, junto con la "alegría" y las "experiencias límite", la felicidad acompaña al crecimiento hacia la propia actualización. Desde esta perspectiva, es tanto un resultado como un acelerador del desarrollo.

Según el psiquiatra Viktor Frankl: "Lo que el ser humano quiere realmente no es la felicidad en sí, sino un fundamento para ser feliz. Si tenemos ese fundamento, la felicidad vendrá por sí misma, y cuando menos nos preocupemos de ella, más seguros podemos estar."

En el Preámbulo de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de América se lee: "Sostenemos estas verdades como autoevidentes, todos los hombres son creados iguales, son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables y que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".

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